Casualidad o no, hasta ahora las bolsitas de los niños iban indistintamente con letras de colores o de un solo color, pero las de las niñas siempre las queríais con los nombres en rosita u otro color pastel. Pues esta costumbre parece que ha llegado a su fin, y es que en cuanto una se lanzó a pedir la bolsita con las letras de colores para su niña, muchas son las que la han seguido.
La verdad es que quedan muy alegres, me encantan.
Os muestro unos modelitos para que veais qué lindas están al ponerles esa nota de color. Así tenéis más opciones para elegir la vuestra....
miércoles, 31 de agosto de 2011
martes, 30 de agosto de 2011
PINTAR, PINTAR, PINTA SIN PARAR...
¿Os acordais de esta melodía?. La tuve todo el fin de semana en la cabeza. El motivo, que mi pasillo llevaba tiempo diciéndome: "píiiiiintame" (es lo que tiene tener un peque al que le gusta demasiado jugar a cosas "poco tranquilas"), así que me fui a una tienda a buscar todo lo necesario y me puse manos a la obra. O sea, que tuve que dejar mis pequeños pinceles a un lado, para pasarme a la brocha gorda. Era la primera vez que lo hacía, y realmente, ha quedado la mar de bien. Eso sí, ayer me dolía cada centímetro de mi cuerpo y hasta me salieron dos pequeños callos en la mano derecha.
Con respecto al color de la pintura, yo siempre fui de beige muy clarito, pero esta vez me animé a darle un poco más de intensidad, para que contrastara con el blanco de las molduras y los muebles, así que me pasé a un tono que yo llamaba "café con leche", para que mi hijo entendiese cómo iban a quedar las paredes, pero cuando fui a la tienda a escoger el color, quedé asustada con los nombres que ponen a las diferentes tonalidades que venden. Había una que se llamaba "colorete", qué bueno, pero para nombres raros, el de la pintura que yo quería: "arroz salvaje", sí, sí, como suena. En mi vida pensé que ese color pudiese existir, o que el arroz se domesticase, jaja. En fin, como os digo, que afortunadamente el resultado final fue el esperado, nada de desagradables sorpresas de ver la muestra y luego caerte para atrás al verlo en la pared. Además, hace un mes o así me dio por poner unas cortinitas de cuadritos vichy beige en las puertas de la cocina y del salón, así que el conjunto quedó muy coqueto.
Os muestro un poquito de pared para que veais el color y las cortinitas, porque aunque no se distinga perfectamente el tono, os podéis hacer una idea.
Con respecto al color de la pintura, yo siempre fui de beige muy clarito, pero esta vez me animé a darle un poco más de intensidad, para que contrastara con el blanco de las molduras y los muebles, así que me pasé a un tono que yo llamaba "café con leche", para que mi hijo entendiese cómo iban a quedar las paredes, pero cuando fui a la tienda a escoger el color, quedé asustada con los nombres que ponen a las diferentes tonalidades que venden. Había una que se llamaba "colorete", qué bueno, pero para nombres raros, el de la pintura que yo quería: "arroz salvaje", sí, sí, como suena. En mi vida pensé que ese color pudiese existir, o que el arroz se domesticase, jaja. En fin, como os digo, que afortunadamente el resultado final fue el esperado, nada de desagradables sorpresas de ver la muestra y luego caerte para atrás al verlo en la pared. Además, hace un mes o así me dio por poner unas cortinitas de cuadritos vichy beige en las puertas de la cocina y del salón, así que el conjunto quedó muy coqueto.
Os muestro un poquito de pared para que veais el color y las cortinitas, porque aunque no se distinga perfectamente el tono, os podéis hacer una idea.
sábado, 20 de agosto de 2011
TOMÁS SE MUDA
Pues sí. Estuve pensando que el pobre gatito, encerrado en un piso, no lo iba a pasar del todo bien, así que le hice las maletas y me lo llevé rumbo a la casita que mis padres tienen en la montaña, donde podrá salir al jardín y respirar aire puro. Además, allí le esperaba un amiguito, Zeus, un poco más peludo que él, pero igual de vagoncete. Seguro que juntos compartirán juegos y atenciones de sus dueños.
Un besito para los dos.
Un besito para los dos.
jueves, 11 de agosto de 2011
ME LO DIJO UN PAJARITO...
Os presento a mi nuevo amigo. Aquí le tengo descansando en mi casa, mientras un pajarito que entró por la ventana le cuenta un secretito al oído. Fue el proyecto que hicimos en la clase de patchwork. Todas estuvimos de acuerdo en ponernos manos a la obra, pero cada una escogimos las telas que más nos gustaban. El resultado, una pandillita de gatos, cada uno muy especial para su "creadora". Al mío lo he llamado Tomás, fue el primer nombre que se me vino a la cabeza, quizás en recuerdo de las maravillosas ilustraciones y cuentos de Beatrix Potter.
Como veis, ni en verano hemos dejado la aguja. Ya tengo prácticamente terminados los doce bloques del samper, así que os muestro alguno más:
Un log cabin con una de mis figuras preferidas, el corazón:
Un besito. Aprovechad los días de sol, que se venden caros!!!!
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